¿Qué preparó Chile que Colombia no proyectó?
1. Consejo Empresarial Bilateral. El presidente Boric no viajó solo con funcionarios, el gobierno preparó con los empresarios y representantes gremiales un trabajo en Beijing con sus pares chinos, y concretaron la instalación del Consejo Empresarial China-Chile el pasado 13 de mayo. Colombia ni siquiera abordó diálogo con una delegación empresarial estructurada, ni propuso una instancia similar.
2. Visas para empresarios y turistas. Mientras Chile y Brasil firmaron acuerdos concretos para facilitar la movilidad de comerciantes e industriales hacia China, nuestro país Colombia no llegó a tener reporte de gestiones ni dejó ver resultados en ningún cambio en condiciones migratorias con China. La ausencia de una preparación diplomática previa y la falta de negociación técnica explican en parte este rezago.
3. Transparencia y resultados. Chile publicó un informe corto y claro con los acuerdos firmados en cadenas globales de valor y temas de infraestructura, educación. En contraste, la Cancillería colombiana ha sido poco comunicativa. Hasta la fecha, no hay declaración oficial detallada de logros, memorandos o avances en acuerdos con calendario y objetivos recíprocos logrados en el viaje.
Petro insiste en que no se firmaron acuerdos, aunque sí se anunció el ingreso de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, sin que se conozcan condiciones claras de ese compromiso.
El desequilibrio en la balanza comercial
Colombia mantiene con China una balanza comercial negativa, exportando principalmente bienes primarios como petróleo y carbón, e importando productos manufacturados y tecnología. En este contexto, firmar la adhesión a la Ruta de la Seda sin reciprocidad concreta puede traducirse en una mayor dependencia estructural de nuestro aparato productivo.
Geopolítica sin estrategia empresarial ni comercial
Sumarse a la Ruta de la Seda puede tener implicaciones geopolíticas profundas, sobre todo en un momento en que las relaciones globales se polarizan entre el eje Washington-Beijing. Sin una estrategia empresarial, institucional ni migratoria, la decisión luce más simbólica que pragmática.
Reflexión para el corto plazo
Para las empresas colombianas de bienes, en particular las pymes que buscan insertarse en cadenas de valor o expandir su mercado, este viaje deja más dudas que oportunidades. En el corto plazo, es fundamental que el gobierno colombiano habilite mesas de trabajo público-privadas con gremios y sectores exportadores para clarificar cómo se van a traducir estos acercamientos en beneficios reales para la economía nacional. Además, urge dar transparencia para que el país conozca cuáles fueron los acuerdos, si los hubo, y se construya una hoja de ruta clara con la contraparte China.
La diplomacia no puede quedarse en la foto ni en la retórica de cooperación. Si Chile logró resultados concretos, es porque preparó su agenda con anticipación, involucró al sector productivo y exigió reciprocidad. Y porque sin importar la ideología del gobierno, practica sosteniblemente una disciplina y cultura comercial.
Colombia tiene mucho que aprender del ejercicio empresarial y comercial chileno.